Esta piedra fue descubierta por el naturalista griego Teofrasto en el siglo IV antes de Cristo. Su nombre se debe a que fue descubierta cerca del rio Akhátes en Sicilia.
Las ágatas son muy porosas y se pueden teñir en diferentes colores que le dan mucha vistosidad y conservan sus cualidades energéticas.
Las ágatas favorecen el equilibrio de todas nuestras energías, tanto las físicas como las emocionales y mentales.
Estimula la memoria, la confianza en uno mismo y crea un importante sentimiento de seguridad en nuestras posibilidades,